Para el Proyecto Lego, se nos invitó a participar en una exposición utilizando una cantidad limitada de piezas de Lego. Aprovechando nuestro conocimiento del sistema Lego, ideamos una propuesta que se enfocaba en la interactividad y la conexión alternativa entre las piezas. Creamos un gran bloque de hielo en el que se insertaron piezas de Lego de distintos tamaños antes de congelarlo. A medida que el hielo se derretía, las piezas se iban revelando, cayendo y creando perforaciones en el bloque. Este proceso descubría formas, estructuras y colores que, al final, flotaban libremente en una piscina de agua.